jueves, 21 de julio de 2011

Que gran decepción.

Es algo con lo que me ilusioné miles de veces, es algo que ideé millones de veces, es algo con lo que soñé noche trás noche, es algo con lo que pensé cada segundo de mi tedio, es algo que sería perfecto, pero no, no lo fue. Después de tanto tiempo esperando, vaya decepción, una mirada, tan solo eso, ese tuvo que ser nuestro maldito reencuentro. Después de tanto tiempo pensando, reflexionando, culpandote, intentando olvidarte, y olvidar aquellos meses maravillosos. Después del tedio intentando olvidar, comprendí; era imposible, mi objetivo era inutil, todos los días al despertarme me decía a mí misma -"hoy no pensaré en él"-, y error tras error; esa noche soñaba con él, era algo necesario, porque por mucho que he intentado odiarte ahora se muy bien que es imposible. Cuando te ví, después de esa larga temporada sin saber absolutamente nada de tí, excepto lo que mis sueños ideaban, comprendí, porfín que era inutil tan solo intentar olvidarte, eres la perfección, mí perfección.
Y sigo buscando miles de maneras de ser feliz sin tí. Fueron meses sin verte, sin escucharte, sin saber absolutamente nada de ti, tan solo me quedaban mis recuerdos y mí rencor hacia esa zorra, y aún así, aún fuera de mi mundo, sin verte, no conseguí ser feliz, antes todo giraba a tu alrededor, todo eras tú, y tú, conseguistes ser mi razón de ser, por eso sin tí nada sería igual. Tanto tiempo ideando ese reencuentro perfecto, para luego verte, y tener que seguir la vida por mi cuenta, que gran decepción. Ahora todo tú es una gran decepción, no me imaginaba que te gustaran tanto las apuestas. Aunque en el fondo de mí sigo soñando con aquel otro reencuentro perfecto, en el que te arrepientes, y yo como tonta te perdono sin más. Que gran decepción, si esos sueños, no son más que sueños pisados por unas zorras. Y aún así deseo con toda mi alma perdonarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario