sábado, 6 de agosto de 2011

Mil palabras soñadas por mi subconsciente silencioso.

Esperando, sentada en esa maldita ventana esperando a que aparecieras, tonta ilusión que me hacía creer que vendrías, que volverías a mi. Maldita ventana, cada vez que me acerco a ella lo recuerdo, recuerdo como sentada ahí mismo te esperaba e intentaba recordar mis viejos y bonitos recuerdos junto a tí, recuerdos que ahora mi subconsciente quiere recuperar de sepa dios donde, y que mi persona en sí desearía no recordar nunca jamás. Porque ya ni me acuerdo de cuanto tiempo pasé sentada en esa maldita ventana esperando algo que nunca llegará. A veces me dan ganas de sentarme de nuevo en la ventana a esperarte porque muy en el fondo de mí sigo pensando y creyendo que alguno de estos angustiosos días vendrás y te quedarás aquí junto a mi, para siempre. Tontas esperanzas que no me dejan vivir, que no me dejan soñar con la realidad. Muy a mi pesar sigo recordando aquel silencio que inundaba el mundo sin ti,mi mundo sin ti.
Maldito subconsciente que aún guarda muy a mi pesar aquellos recuerdos, aquel silencio. Día trás día, noche trás noche, hora trás hora, minuto trás minuto, segundo trás segundo imaginandote debajo de mi ventana sonriendo y gritando mil palabras soñadas por mi subconiente silencioso. Porque ahora ese es el único recuerdo que dejé; el silencio, ese que tanto me dolió. Porque esos días en casa, en el instituto, en la calle, en el bus, en la ventana, en mi mundo eran inundados por aquel doloroso silencio provocado por tu ausencia. Porque dejé de oír cualquier cosa, me negué a oír algo que no fuera tu voz, la que aún sigo esperando oír por mucho que lo niegue.
Porque en medio de todo ese silencio oía el eco de tu voz "volveré, esperame". Porque dicen que hay que pasar página, pero yo necesito ser parte de otro libro, puede que así mi subsconciente deje de intentar recordar esos angustiosos recuerdos, puede que así cambiando mi vida, logre ser feliz, sin ti. Porque solo necesito aprender, aprender a vivir sin ti. Quizás no me venga mal un milagro, un milagro que haga que mi subconsciente se levante de aquella ventana y despierte de una vez, viendo la cruda y asquerosa realidad; él no volverá, de hecho probablemente ahora esté feliz y contento riendose de mi ingenuidad.
Porque a pesar de creer que no te necesito sé que estoy completamente equivocada, y que necesito ver tus ojos en cada instante. De hecho aún los sigo viendo, mi subsconciente me los enseña silencioso haciendome sufrir y llorar, al mirar al horizonte haciendome imaginar ese instante junto a ti, en tus brazos, en tu boca. Inútil subconsciente que silencioso no para de mostrarme esperanzas olvidadas en el avismo que aún a muy pesar anhelo. Supongo que de a partir de ahora tendré que esquivar a ese, mí subconsciente silencioso que sigue sentado en la ventana esperando un encuentro que ambos sabemos que no ocurrirá. Maldito subconsciente que callado sigue mostrando esperanzas rendidas a los pies de alguien desconocido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario