domingo, 16 de octubre de 2011

martes, 11 de octubre de 2011

No se que me da para quererle tanto.

Aquella sonrisa, aquellos ojos, aquella mirada, él. Porque es todo lo que necesito para sonreír, para ser feliz. Sin él simplemente no soy anda, con él soy todo energía y felicidad. Porque esque que cada día anhelo más sus abrazos, cuento los segundos para verle, para abrazarle, porque ya nada será igual. Realmente no sé que me da para que lo quiera tanto, porque sí, cada día lo quiero más, es algo inevitable, todos nos enamoramos. No pienso perderle ahora que es la razón de mi existencia. Porque cada día lo necesito más, y no, no se que me da para que cada día lo quiera más.

Porque yo quiero cada uno de sus te quieros, cada una de sus sonrisas, cada uno de sus mordiscos, cada uno de sus besos.

Respira, aguanta un segundo y respira.

Respira, respira conmigo, no estás sola, sí, has cometido errores, todos lo hacemos. Nadie es perfecto, todos nos equivocamos. Al principio me imaginé lo ocurrido, en el fondo lo sabía todo, pero algo en mí, quizás lo mismo que ahora me tiene tan confusa, hacía que no me lo terminara de creer. En el fondo sigo sin creerme nada, en el fondo sigo esperando despertar de esta pesadilla. Dios, no imagino como lo debes de estar pasando. A pesar de todo lo entiendo, te entiendo, el amor es una verdadera putada. Ahora entiendo el beber, fumar, defogar todo aquello que necesitabas, guardarte durante todo este tiempo eso, esa pesadilla, no me imagino tal agonía. Cada vez que lo recuerdo es como si algo en mí lo negara, no quisiera recordarlo, como si fuera mentira, ojalá. Ya no sé ni que decirte, es todo tan, tan extraño, no mi imaginé tener tal problema a esta altura. Aunque a pesar de todo lo que haya podido pasar la forma de mirarte no cambiará, todo seguirá igual, pues tampoco es algo que deba influir en lo habitual.
Ahora cuando todo está sucio, borroso, ahorado, muerto en aquellos miles de malos recuerdos, y solo te digo que ahora no estás sola, me tienes aquí, nos tienes aquí. Ya todo lo malo pasó, no hemos de cuidarte como aquella niña pequeña sentada en el carrichoche, de los errores se aprende, el amor se paga. Y ahora luchamos por lo mismo; tu felicidad, el olvido por muy imposible que parezca.