martes, 9 de agosto de 2011

Time.

Cada dos segundos mirando el reloj, viendo que el tiempo no ha pasado. Haciendo tiempo para nada. Deseando que el día pase rapido para que comience otro nuevo día, y desear de nuevo que acabe. Porque esa es mi rutina; desear que el tiempo pase rapido, sin nada que hacer, ni pensar. Porque cuando más necesito que pase rapido, más lento va ese maldito enemigo mío llamado tiempo. Miro el reloj; las cinco, lo vuelvo a mirar; las cinco y un minuto, lo vuelvo a mirar; las cinco y cinco, pero ¿cómo?¿cómo narices puede pasar tan lento el tiempo?. Quizás tenga estropeado el reloj. Pero no yo sé que el reloj está perfectamente en hora, lo que está estropeado soy yo, yo que odio tanto a mi gran enemigo el tiempo. Ojalá pudiera controlarlo.

A tí, mi jodido enemigo tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario